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Geografismo literario: en pos de la identidad (el Mar de Bolivia y el Equinoccio del Ecuador)
Philosophy undertakes investigation of the Ecuadorian national identity in the 40s of the twentieth century when appear the studies of P. Jaramillo Alvarado, L. Benites Vinueza. The literature takes up the idea of P. Jaramillo on the incongruity of the country's official name. This motif is metaphorized in the work of J. E. Adoum, A. Barrera Valverde, N. Estupiñan Bass determining the identity dis-course. In terms of artistic and philosophical counterweight to this question appears self-designation of the centric location of Ecuador on the globe, causing some paradi-siacal mythologems in the poetry of J. Carrera Andrade. In Bolivia, due to the national trauma of the lost sea, J. Mendoza's scientific arguments about the sea as an insepara-ble part of Bolivian geology translated into poetic imagery and philosophy of the “mystics of the earth”. The sea metaphorically becomes the basis for ideas of all kinds. Are consubstantial sea and mountains are identified with each other (in the work of O. Cerruto and P. Castrillo) and even intimate poetry uses the metaphor of the sea. So, it becomes evident how the geopoetics determines a culture that is progress-ing in its self-reflection.
La filosofía ecuatoriana emprende indagación de la identidad na-cional en los 40. del s. XX con estudios de P. Jaramillo Alvarado, L. Benites Vinueza. La literatura retoma la idea de P. Jaramillo sobre la incongruencia del nombre oficial del país. Este motivo se metaforizará en la obra de J. E. Adoum, A. Barrera Valverde, N. Estupiñan Bass determinando el discurso identitario. En función de contrapeso fi-losófico y artístico a tal cuestionamiento de la autodenominación aparece la enfatiza-ción de la ubicación “céntrica” del Ecuador en el globo, originando mitologemas pa-radisíacos en la poesía de J. Carrera Andrade. En Bolivia, su trauma nacional llevó a que la argumentación científica de J. Mendoza acerca del mar como parte inseparable de la geología boliviana se tradujera en imágenes poéticas y filosofía de los “místicos de la tierra”. El mar deviene fundamento para metaforizar ideas de toda índole. Se consustancian mar y sierra (en la obra de O. Cerruto y P. Castrillo) y hasta la poesía intimista recurre a la metáfora del mar. Así se patentiza cómo la geopoética determina una cultura que está progresando en su autorreflexión.